viernes, 24 de junio de 2011

Capítulo 40. La ira de Dániel.

La estancia de Dániel en lo alto de la columna propiciaba algunos pequeños problemas que gracias a las nuevas tecnologías eran fáciles de solventar. Tanto el Rey como todos sus ministros, tenían siempre a mano el último modelo de Ayfon (un instrumento de comunicación que además tenía otras muchas funciones, todas necesarias para el gobierno de Carloszree), en la versión puntocero elevado al cuadrado. Pero no solo el Ayfon, sino toda la familia teletéclida de Aycosas: el Aypá, noubuks y por supuesto, ábacos portátiles de última generación, ultraligeros y ultrarápidos. Tan pronto salía al mercado la última versión de cualquiera de estas herramientas, el Rey y sus ministros, ávidos por servir al pueblo con los mejores instrumentos, mandaban reponer toda su flota particular de aparatos. Ello suponía un gran coste para las arcas del Reino, pero cada minuto que, por ejemplo, ahorraran Murete o Chorches de su infinito talento, compensaba cualquier cuantía invertida, porque como dijo el sabio poeta “es de necios confundir valor y precio” y ¿cómo se puede pagar el inmenso juicio que emana de las clarividentes mentes de Despuntado o Walthari? No hay Ayfon que compense el enorme beneficio de que el reino cuente con “sach e marvelus advantassch”. El problema viene cuando hay que enfrentarse al mundo real (cuentan que algunos de los ministros salientes, como Hena, ya estaba punto de ingresar en una clínica de desintoxicación teletéclida por no poder superar la ansiedad de no tener en sus manos el último modelo de Ayfon 7.0 plus -desde que no es ministra no puede cambiarlo de forma automática-)
Otra característica que adorna el nuevo estilo de gobierno impuesto por Dániel y sus ministros (los nuevos no tardarían en acostumbrase al ‘fashionmoud’) es que la primera obligación de la servidumbre del reino, de cualquier hacienda, es acudir de forma rauda y veloz a cualquier requerimiento de los ministros. Siempre con el argumento de que “el tiempo que puede perder una mente privilegiada porque algo no funcione” es infinitamente más valioso que cualquier otra cosa, si una pata de una mesa del despacho de un ministro, por algún motivo cojea, allí deberá personarse el artesano de la madera de más alta cualificación del reino, ipso facto, dejando cualquier otra tarea que estuviere haciendo por importante que pudiera ser. “Seven deis, tuentifor hours”. Si el problema concierne al Rey, el único equivalente con el que definir la presteza con la que debe personarse el siervo adecuado es “la velocidad de la luz”. Cualquier tiempo que exceda en un picosegundo el tiempo que el rey entiende se le debe solucionar el problema, puede desencadenar la ira extrema de Dániel, que caerá sobre los responsables de forma implacable, inexorable, despiadada. Ya es conocida en Carloszree la ira del rey (que cae como vara de fresno sobre costillar magro) y como puede desencadenarse de forma súbita por cualquier motivo que haga descender el nivel de excelencia del reino. Y el principal sensor del nivel de excelencia del reino está en la piel de Dániel y cualquier cosa que incomode al Rey, seguro que implica una pérdida de excelencia. Cuando la ira del Rey cae sobre un siervo, la única esperanza que tiene el siervo de sobrevivir es que el Rey, en su infinita hipersensibilidad, detecte un instante después otro problema. Entonces su ira se dirige hacia el nuevo objetivo, olvidando de forma momentánea el anterior. Dániel es capaz de concatenar un motivo tras otro, ya que su extremado talento le permite controlar todos los parámetros de medida de la excelencia en su prodigioso cerebro y a tiempo real. Y lo que es más excepcional, sabe quién es el culpable de cualquier caída en la intensidad de la señal.
Y desde lo alto de la columna, Dániel irradia su poder en todo el reino, en todas las direcciones. Como un faro que ilumina en medio de la oscuridad. Nadie está a salvo del manto de la excelencia. Y allí donde no llega su control mental, llegan Alfanje y Klunny.

(CONTINUARÁ)

domingo, 19 de junio de 2011

Capítulo 39. Dániel reflexiona sobre sus nuevos ministros.

Casi nunca bajaba de la columna, pero Dániel se dio cuenta que no era posible reunirse con sus ministros allí arriba. Por eso, con todo el dolor de su corazón, decidió que en determinadas ocasiones no le quedaba más remedio que bajar al suelo. Por lo menos eso le permitía respirar el limpio perfume de las flores de Lemus en su camino hacia el salón del trono.

Allí le estaban esperando sus nuevos ministros. En primera fila los más veteranos, los principales brazos ejecutores de su política de tierra quemada: el fiel Despuntado y la feroz Walthari. “Despuntado seguiría siendo su brazo derecho, su sucesor. Walthari, después de haber arrasado cualquier vestigio de libertad en las enseñanzas de los estudiantes a través de la imposición despiadada de la moda boloñesa, ahora dedicaría sus esfuerzos a meter en vereda a los aprendices del reino. Si un árbol se tuerce al comienzo de su crecimiento nunca será un árbol recto. Walthari sabrá como enderezar cualquier desviación del camino recto. Y además se encargará de CampusFour, que será la morada de los excelentes, de los hombres más puros”.

“En un discrieto lugar estaban el resto de ministros que repetían, junto al notario mayor, Jisus Market y el capataz de las haciendas, Tostado. Allí estaba Wallander, ahora más virrey del Parque de Atracciones que de otra cosa (ya que pocas competencias le quedan al pobre como ministro de la pesquisa). Amanuense, que mientras siguiera ocupado con sus asuntos personales e internacionales no iba a suponer ningún problema, y le permitía mantener la cuota de Hopus en el gobierno. Pilastra seguiría con los temas de la Párida y su parte de cuota. La fiel Chorches, ya no solo cubre cuota, sino que se ha ganado bien el puesto de Ministra de la Propaganda de Dániel. Y el pobre Murete; no se puede ser más incompetente, pero siendo Hopu no le podía sacar del gobierno. Por su culpa casi no puedo pisar Colmenalejos. Menos mal que se me ha ocurrido la tontería esa del ministerio del Plan Principal para que no pueda fastidiar nada”.

“Un poco más apartados, un poco nerviosos, estaban los nuevos. Casi todos para cubrir la cuota de Lega. Como Virreina de Colmenalejos una nueva ministra, Torcaz Daedoo. Hubiera preferido nombrar a su marido, pero siendo del clan de la Tecla, de Lega y mujer, mato tres pájaros de un tiro. Para las relaciones con los escolares, al fin y al cabo un asunto menor, Lois Gollete, discípula de Farfolla que tan buenos servicios me presta (y sin olvidar que cubre cuota de mujer y jurisconsulta)…  Como los asuntos de los estudios de los escolares ya los dejó Walthari toralmente arrasados con la moda boloñesa, me puedo permitir colocar un hiperexcelente gisier: Luigi el Catalán. Pertenece a un clan que no se caracteriza precisamente por ser muy eficientes en temas de gestión, pero para lo que queda por hacer… Y por último mi fichaje estrella: Karlos Klunny, fiel, sin cuestionar nunca nada, Teleteclo… Se encargará de la Información, mi pequeño Goe… bueno, eso”.

“Bueno, ya los tengo todos aquí, expectantes, pendientes de cualquiera de mis gestos, de cualquier sonido que emane de mi boca. Pronto conseguiré que todo el Reino se comporte igual, como que me llamo Dániel”.



(CONTINUARÁ)

viernes, 10 de junio de 2011

Capítuo 38: Calma chicha en Carloszree.

No pasaba nada en Carloszree, o al menos eso es lo que parecía, pero el Rey estaba feliz. Tanto que se olvidó que estaba en lo alto de la columna y empezó a dar saltos. A poco se despeña, con todo lo que eso hubiera traído consigo.

Pero volvamos unos días atrás.

Pasaban los días en Carloszree después de que Dániel se encaramara  y parecía que nada pasaba, pero la implacable imposición de la cultura única, la excelencia más pura, no cesaba en su despiadado avance victorioso. Parece que nada pasa, pero Dániel se trae al reino al mecenas Emilio Chapín (hubo que solventar unos pequeños problemas con una turba de chusma incontrolada, pero Tostado y sus muchachos anduvieron espabilados) y aprovecha para hacerse valer frente al imperio del euro.

¡Pero que aburrido es todo, no pasa nada!

Pero se celebra el primer Consejo del Reino después de la justa, y sin ningún tipo de sonrojo el Rey aplica el rodillo de forma exitosa sin que nadie pueda ni siquiera alterarle el pulso. Exactamente igual que en sus mejores tiempos. ¡Cualquiera diría que ha habido una Justa ganada por los pelos! (“quiero reafirmar mi compromiso de ser el Rey de todos: los resultados de la justa nos han demostrado que sólo podremos seguir construyendo desde el consenso y la cooperación entre los diferentes linajes de Carloszree”).

Dan ganas de bostezar…

Y el Consejo Externo para la Guía de Carloszree, con Cilantra, su mamporrera, al frente, concede los “Premios a la Excelencia” para “jóvenes” (de más de 40 años) pesquisadores del Reino. Y ¡oh! sorpresa, se vuelve a premiar a muchos de los ya premiados en ediciones anteriores, pero a los que hay que seguir agradeciendo favores (como a Pseudonewtoniano) o fidelidad extrema (como a Zenón Lahera, Prohombre elastoplástico con gran admiración por el Rey). Es como si solo fueran excelentes aquellos que se alinean cual punta imantada al norte magnético (“mi esfuerzo principal será contribuir  para que cada persona que trabaja o estudia en este Reino vea recompensado su trabajo para construir un Carloszree mejor cada día”). ¡¿Qué mejor manera de mantener la pura excelencia que premiando la excelencia de los puros?!  Y fuera de los elegidos solo hay oscuridad y crujir de dientes.

Calma chicha.

Y entre viaje y viaje y en medio de la calma chicha, el Rey nombra nuevo gabinete… con algunos pequeños cambios a lo discutido con Despuntado. Casi los mismos perros con distintos collares. Entra alguna savia nueva en los ministros/as de cuota. Se premia algún cónyuge de servidores ciegos y ya que Walthari ha destrozado el reino con la devaluada moda boloñesa, se la nombra Ministra para la formación de aprendices y ¡¡¡Ministra de Campusfour!!!. Por lo menos el Rey no oculta lo que quiere hacer con ese nuevo territorio.  Y Klunny al mando de todos los resortes de la información… ¡se van a enterar algunos!  Y Chorches… ¡ay Chorches –suspiro-¡. Habrá que hablar con más detalle de los nuevos ministros, porque el Rey no da puntada sin hilo.

Y pasando los días sin que parezca que pase nada, de pronto al Rey le consagran como mejor Hombre Puro del  Imperio. Toda un afrenta para los Chaicagos, Hopus de verdad…  Cuando a Dániel le llegó la noticia fue cuando empezó a saltar y casi se despeña. ¿No era esto la mejor confirmación de que estaba haciendo bien las cosas?

¿Dónde están los indignados? No pasa nada.

(CONTINUARÁ)

viernes, 3 de junio de 2011

Capítulo 37. Dániel ultima el nuevo gobierno con Despuntado.

Andaba Dániel terminando de rumiar la configuración de su nuevo gobierno cuando se presentó Despuntado bajo la columna.

“Anda sube, que me vienes de perlas. A ver qué te parecen los cambios que quiero hacer”. “No pienses que me estoy ablandando, te consulto porque al fin y al cabo si por algún motivo tengo que dejar Carloszree, tu tendrías que bregar con los ministros que nombre”
“Esto no me va a traer nada bueno” pensó Despuntado según ascendía a la cima de la columna.

“Vemos a ver. Por supuesto que tú vas a seguir en el mismo sitio, siendo mi primer Ministro. SI algo me pasara tu serías el garante de mi herencia intelectual y el responsable de hacer perdurar la cultura de la excelencia en Carloszree forever”.
“Bueno, no empezamos mal” se dijo a sí mismo Dedé.

“Amanuense me ha dicho que quiere seguir al cargo de las relaciones exteriores, y siendo un Hombre Puro no quiero contradecirle. ¿Cómo te parece que lo ha hecho hasta ahora?”.
“Pues la verdad, lo que ha hecho ha sido dedicarse a sus bisnes, sus viajes,.. pero bueno, al fin y al cabo hay una cierta convergencia entre los intereses de los Chaicagos y los nuestros, por lo que no nos hace mucho daño”.

“Tema cerrado, Amanuense sigue. De todas formas le daré un toque para que no se le note tanto el sesgo de su empeño. Por supuesto Walthari, azote de Bolonia, tiene que seguir. Me ha dicho que está un poco cansada, pero he pensado que un cambio de aires le puede venir bien”.
“¿Un cambio de aires?”.

“Hasta ahora ha sido el azote de los discípulos y ha arrasado cualquier revuelta incipiente en el territorio de los cursos para iniciación. Ahora tenemos que imponer la moda boloñesa en los cursos de aprendices y necesitamos una mano más firme que la de Karmen Bardeem, que además, la veo un poco cansada y demasiado obsequiosa con algún disidente. Si ha arrasado en los cursos de discípulos ¡qué no hará con los aprendices!”.
“¿Y a quién vas a poner al cargo de los cursos para discípulos?”.

“No sé, no sé. Quizás Pseudonewtoniano, que le debemos una, aunque con el premio que le vamos a dar de 30000 danieles de vellón (el Daniel de Vellón es la nueva moneda en Carloszree) a través de los premios de excelencia del Consejo Externo para la Guía de Carloszree, creo que se sentirá suficientemente pagado. Ya se lo dimos hace dos años para ir animándole pero nunca es malo perpetuarse en los favores a aquellos que nos sirven bien”.
“¿Pero PN es ‘tan joven’?”.

“No seas envidioso, Dedé, que tú ya te llevas lo tuyo”. “A ver, ¿qué hacemos con el ministerio de Pesquisa?”.

“Wallander flojeó a mitad de legislatura, pero en la campaña de la Justa se batió bien el cobre” afirmó Despuntado.
"No sé, no sé. No me acaba de convencer, pero si lo cambio a lo mejor los barbaros se me mosquean. Bueno, vamos a dejarle y a ver cómo se comporta. No obstante habrá que vigilarle de cerca”.

“Mi rey, vete pensando en que has de cumplir la Párida según tus propias parábolas, y llevas ya cuatro varones y una hembra”.
“No te preocupes que ya iremos cubriendo con los ministerios menores para maquillar el tema. Por ejemplo, Pilastra, mujer e hidalga, puede seguir con los temas propios de la Párida propiamente dicha. Y aunque echemos a Hena que ha sido un desastre con los discípulos, podemos poner alguna otra mujer hidalga, por ejemplo alguna jurisconsulta, y así vamos también disimulando en el tema del balance político”.

“Joder, ya cae la segunda”, se dijo Despuntado. “Ya vamos 4/3 en lo que se refiere a género y 5 prohombres/2 hidalgas”.
“Murete casi nos hunde en la miseria por su gestión del tema Colmenalejos durante la Justa, creo que se merece un descanso. He pensado que a lo mejor, los asuntos de Colmenalejos los podría llevar la dama consorte de ese ayudante tuyo tan simpático y dispuesto, ese que es del Clan de los Teclos. Sería otra hembra, y además de Lega”.

“Ya vamos 4/4 y mejor compensados Geta/Lega”, contó Despuntado. “Que pasa con Petro Algarrobo”.
“No estoy del todo contento con su servicio. Fíjate que disponiendo de todo el entramado de información del Reino no ha sabido desentrañar los misterios de Carloszree. Para su puesto estoy pensando en Karlos Klunny. Le debemos el pago de grandes servicios y nadie mejor que un Teleteclo para controlar bien la información”.

“Esto te descompensa un poco la Párida, pero quizás tengas razón”.
“¿Cómo que quizás tenga razón?. Dedé, que te deje subir a la columna no debe hacerte olvidar con quién estás hablando”.

“¿Y qué va a pasar con Chorches, Jisus Market, Tostado, las Haciendas,…?”.
“¿Chorches?, ¿qué tienes que decir de Chorches?.  Jisus fue un poco mojigato durante la Justa. Tuvo la osadía de comparar mis acciones de paz con las acciones de guerra de mis oponentes, olvidándose que soy el Rey. Creo que debiera tomarse un descanso, pero me lo voy a pensar. Tostado y  los responsables de Haciendas que vayan preparándose, ya sabes que he empezado a hacer algunos pequeños cambios…” “Y ahora vete, voy a pasar todo al cuaderno azul y seguir meditando sobre los cambios, que todavía quedan flecos pendientes. Quizás rece un rosario de jaculatorias para que Hirsch me inspire”.

Y fuese Despuntado dejando a Dániel solo en su columna. Cada día que pasaba, la columna alejaba aún más al Rey de su pueblo.
(CONTINUARÁ)

miércoles, 1 de junio de 2011

Capítulo 36. Alfanje reporta en la columna.

Daniel sentía cierto desasosiego por tratar los asuntos pendientes con Alfanje. “¿Cuál sería esa información importante que tenía que darle?”. “Habla, te escucho” se oyó decir al Rey con todo su poder desde lo alto de la columna.

“Señor, aún no hemos conseguido infiltrarnos convenientemente entre los principales grupos de desafectos pero ya casi tenemos un espía que se ha ganado la confianza de uno de vuestros principales opositores”

“Sois unos inútiles, ¡no debe ser tan difícil!!!”.
“Señor, son muy astutos y no se fían de nadie”. “Lo cual no me extraña”, pensó Alfanje

“Entiendo que tampoco sabéis quienes son la caterva que escribe ese pasquín difamatorio”
“Acertáis, mi Rey. Pero mis investigaciones me han permitido conocer gran parte de la información que maneja esta chusma y ya tengo  algunos asalariados entre los descontentos del reino de los que extraigo valiosa información”.

“Cuenta, cuenta”.

“Señor, desde aquí, a gritos,… es información sumamente delicada”.

“Venga, sube a la columna, si eso te da más seguridad”.
Y Alfanje se encaramó a la columna para poder hablar a Dániel con más discrieción.

“Soy todo oídos”.

“Señor, se burlan de vuestro modelo de excelencia”, y cerrando los ojos Alfanje susurró “y lo que es peor, se mofan del cronograma”.

Daniel empezó a enrojecer de rabia, “¡son una banda de herejes y pronto pagarán todos por sus pecados!, pero no me cuantas nada que ya no sepa”.

“Bueno, y también…”.

“¡Habla desgraciado, no me hagas perder más tiempo!”.

“Pues,…, lanzan todo tipo de bulos referentes a vuestra graciosa y excelente majestad”.

“¿Qué bulos, vamos, empieza a largar?”.

“Se especula sobre el verdadero objetivo de vuestros numerosos viajes. El populacho no entiende porqué estáis permanentemente de gira, que si ahí hay algo raro, que si…”.

“¡Calla, que estás a punto de blasfemar! ¿Qué más?”.

“Que estáis planeando dejar el Reino para caer en los brazos de la Bruja y saciar su demanda de  oscuros intereses…”

“Basta ya, vuelve cuando tengas algo realmente importante que contarme. Por cierto, ¿saben lo de mi tapado para el puesto de Sumo Sacerdote de Lega?”.
“No, señor, solo algunas especulaciones, pero no circula aun el nombre de la persona que tenéis designada dactilarmente, perdón, digitalmente”.

“Bien, bien. Ahora déjame. Tengo que preparar la visita a Carloszree de Emilio Chapín, benefactor del Reino y mecenas de mi exitoso programa de Prohombres de Excelencia, y muy pronto se celebra el primer Consejo del Reino después de la Justa. Y todo debe seguir bien atado”

Cuando Alfanje se retiraba y vio a contraluz la esbelta figura de Dániel recortada en lo alto de la columna. Se distinguía su recio mentón cortando el cielo  y no pudo reprimir una lágrima de emoción. Pensar que él, que estaba en el último escalón de la pirámide de la excelencia estocástica, era considerado por el supremo Dániel, modelo de Prohombre, para realizar tareas tan nobles (como espiar a sus compañeros)… ¡estaba turbado! “Hasta me ha dejado subir a la columna” se dijo a sí mismo.

(CONTINUARÁ)