Dániel se estaba impacientando porque el acto de coronación tenía que empezar y la Bruja no daba señales de vida. A su alrededor se palpaba algo de nerviosismo pero Dániel sabía que la Bruja no le fallaría. Sobre la hora prevista aparecieron las carrozas de la Bruja atravesando el mismo patio de armas del territorio de Geta. A punto estuvieron de invadir los parterres de flores de lemus, lo cual era lo único que podía molestar a Dániel en un día como hoy.
“Vamos Danielín, ya podemos empezar” le dijo la Bruja nada más poner un pie en tierra. A Dániel le hubiera gustado tener algunos minutos para discutir con la Bruja sus planes secretos para Campusfour y otros temas pendientes, pero ya no había tiempo.
“Este será Dedé”, preguntó la Bruja señalando a Despuntado. El señalado enrojeció de rabia, pero ostentando la más amplia de las sonrisas. Y con paso firme se encaminó a dirigir la comitiva.
A la llamada de la Bruja allí acudió la más variopinta borregada. Por supuesto casi todos los responsables de haciendas con el Regente a la cabeza, los ministros, sumos sacerdotes, muchos responsables de castas y linajes y por supuesto todos (o casi todos) los fanáticos seguidores de Dániel y la cultura única. Sobre todo hordas de bárbaros conversos, algunos de los cuales fueron decisivos en el desenlace de la Justa. Estos últimos estaban pletóricos al ver culminar en el acto de la coronación todos sus esfuerzos de los pasados meses. Había alguna ausencia destacada (como la de Pseudonewtoniano, que no obstante mandó allí a todos sus secuaces), pero no faltaron a la cita Dunny, permanentemente husmeando por si detectaba algún traidor o Piter Griffin. Por supuesto que acudieron prestos Goldado, Farfolla, Discrieto, Cilantra,… aunque era ostentosa la falta de Hombres Puros PD’s que no podían perder dos horas de producción de papers para asistir a un acto tan poco lucrativo. Al menos allí estaba en representación de todos ellos su actual líder de casta el gran Tallest Talentous, uno de los pocos PD’s querido y respetado por el resto de linajes.
También asistieron a la coronación otros reyes y regentes, entre los que se hizo ver el reciente ganador de la Justa del Reino de Complutense, el Prohombre Jacobo del Moflete, que pronto sería coronado como Jacobo I. La presencia de Jacobo en el Consejo de Reyes de los Territorios de la Bruja (la llamada CRUJA) no le hacía ninguna gracia a Dániel. Hasta ahora Dániel controlaba muy bien la CRUJA, pero Jacobo no iba a dejarse avasallar con la misma facilidad que los otros reyes. Curiosamente no asistieron a la coronación ni el Rey de Barbaria ni el de Joncharly, quizás celosos de todas las atenciones que se dedican la Bruja y Dániel. Últimamente cuando uno u otra hablan de “excelencia” entran en resonancia algunos campos electromagnéticos no visibles con cierto riesgo de seísmo grado 6 en la escala de Richter. Sorprendentemente no había tampoco ningún representante del Imperio, ni ministros, ni viceministros, ni subviceministros,…
Después del juramento formal llegó la hora de los discursos. Dániel fue desgranando el suyo con cierta desgana, pasando por algunos pasajes como de puntillas. Cuando habló de las “pequeñas diferencias que nos separan” a una vecina de asiento de la casta de los Castólogos casi le da un ataque de ansiedad. Aunque intentó desarrollar un discurso integrador, cuando hablaba de la construcción del reino entre todos, como que le daba carraspera. En habiendo ganado la justa con tan poco margen, mucho esfuerzo tendrá que hacer el rey para que realmente el pueblo se crea esos votos acerca del gobierno para todos, y este humilde escribano está dispuesto a conceder al Rey el beneficio de la duda, pero también hace cuatro años se manifestaron votos similares para después imponer de manera implacable la cultura única. El Rey anunció con solemnidad que hasta pasada la primavera no anunciaría los cambios en el gobierno de Carloszree y sus haciendas. No quedó claro el motivo, lo que permite que se abra un periodo de incertidumbres y preguntas sin respuesta en el Reino. Pasada la primavera también habría cambios en el gobierno de la Bruja.
Dos cosas empezó haciendo mal el Rey en su discurso. No fue capaz de pasar página con respecto a la misiva pública de Poissons antes del primer envite de la Justa. Eso es poco generoso tras la victoria, especialmente porque el reproche más bien pareció dirigido a los Prohombres vencidos en la Justa, que nada tuvieron que ver con aquello. Y no pudo evitar una velada crítica a la existencia de esta bitácora, tildándola de la falaz mentira. ¿No se da cuenta el Rey que así lo que hace es dar mucha más importancia de la que tiene a esta humilde bitácora? Es lo que tiene el poder absoluto, que suele recibir con poca alegría ningún tipo de crítica, especialmente si esta utiliza la ironía y el sarcasmo para su desarrollo. ¿Qué es esta humilde bitácora frente al poderoso aparato de propaganda de Carloszree?¿Cómo pueden molestar al rey estas crónicas que solo son una pequeña válvula de escape de un pueblo que se siente maltratado? Mientras no existan canales de expresión en el Reino donde el pueblo pueda expresarse sin miedo a la represalia ¿cómo puede sorprenderse el rey de que existan bitácoras como esta? Este escribano espera de su Rey generosidad y altura de miras, pero escrutará con atención los modos de gobierno de Dániel para glosar desde aquí cualquier desmán del Rey o sus ministros y responsables de haciendas. Por otro lado no hubo nada en el discurso del Rey que pudiera incomodar a la Bruja, ni siquiera su posición en la mesa presidencial, porque Dániel fue tan astuto que dispuso una mesa con número par de miembros, con lo que no presidía nadie concreto.
Después de Dániel habló la Bruja. Y desplegó todo tipo de parabienes hacia Carloszree y su rey. La sintonía en el discurso de la Bruja con las ideas de Dániel, es tal, que cualquiera diría que fue Dániel quien escribió su discurso. Excelencia, excelencia, excelencia. El mantra de Dániel es el mantra de la Bruja. Parabienes, lisonjas, autocomplacencia, no en vano estamos en periodo previo a la gran Justa del Territorio de la Bruja. Demasiada sintonía, demasiado azúcar. Algo no encaja. Esperemos que sea para mayor gloria de Carloszree y no solo de Dániel.
Después del acto la Bruja salió disparada, rodeada de su séquito, hacia otros compromisos, y los asistentes fueron invitados a una copa de un brebaje dulzón con burbujas y viandas panchiteras acordes con la situación de crisis que nos aqueja. Uan chu organizaba con diligencia la dispensa de las raciones añorando tiempos mejores donde podía desplegar todas sus cualidades entre los poderosos del reino. El rey y sus ministros departían con satisfacción entre los asistentes. Los responsables de haciendas pululaban entre los corrillos sin saber muy bien de qué hablar no fuera que una palabra de más o de menos pudiera influir en decisiones aun no tomadas. Y Alfanje y algunos de sus guardianes de la excelencia se hacían invisibles para intentar captar algún desliz en alguna conversación que pudiera suministrarle información preciosa para el Rey.
Comienza formalmente el año V D.D.
(CONTINUARÁ)
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